Proteger a los colaboradores no solo se trata de una cuestión de humanidad, también es lo más inteligente. Es por eso que la ciencia y la experiencia medida desde la Revolución Industrial, han dado cuenta de la importancia de proteger al capital humano estableciendo una jornada laboral máxima.
Ese es el tema central que tocamos a continuación. Compartiremos información relevante en cuanto a ¿qué es una jornada laboral y qué tipos hay?, ¿cuál es la importancia de establecer límites en la jornada diaria? y también haremos algunas reflexiones interesantes, para apoyar al departamento de Recursos Humanos en la mejora de su gestión del talento en relación a este tema.
¿Qué es una jornada laboral?
La jornada laboral es según la Ley Federal del Trabajo (LFT), el periodo durante el que un trabajador está a la disposición de un empleador.
Pero, ¿puede trabajar alguien las horas que desee? ¿Puede el empleador exigir al trabajador que labore el tiempo que sea necesario para terminar una tarea?
Antes de responder a estas preguntas y para entender mejor, viajemos al momento en el que empezó todo.
Durante la revolución industrial el Ingeniero Frederick Taylor, comenzó a mirar con ojo científico el tema de la productividad laboral y prestó mucha atención a los trabajadores, a quienes definió como “hombre máquina”. Lo hizo porque en ese momento eran vistos como una máquina más. Mientras más trabajaba un hombre, más dinero podía ganar, y por supuesto eso era bueno para la compañía.
Sin embargo, mientras la empresa crecía, el trabajador sufría muchos accidentes laborales y perdía años útiles de su vida por el trabajo excesivo.
Cuando se está en plenitud de condiciones y descansado, el trabajo se hace mejor, es más productivo, la calidad mejora. Todo lo contrario sucede cuando se está agotado producto de las horas de trabajo. Eso es algo que entendemos más ahora; pero antes nadie lo veía y poco importaba.
Las presiones de los propios trabajadores y los aportes de otros estudiosos del tema como Henry Fayol, Max Weber, entre muchos otros, fueron acercándose más al lado humano del colaborador y entre los beneficios logrados en este camino, está la jornada laboral máxima de 8 horas diarias.
En México la LFT establece que ni el trabajador, ni el empleador, pueden acordar una jornada diaria superior a las 8 horas. Esta es en parte la respuesta a los dos planteamientos iniciales, sobre si los involucrados pueden acordar una jornada laboral, en función de sus necesidades.
La segunda parte de la respuesta es que ambos, tanto colaborador como empleador, si pueden acordar una jornada por menos horas de trabajo al día.
Dicho de manera más clara, el empleador y el empleado, podrán acordar la jornada laboral que deseen o necesiten, siempre que no supere lo establecido en la ley, que es de 8 horas como máximo.
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Tipos de Jornada Laboral.
La Ley Federal del Trabajo las establece con mucha claridad.
- Hay un tipo de jornada diurna de 8 horas como máximo. Esta jornada puede cumplirse entre las 6 de la mañana y las 8 de la noche.
- Una jornada nocturna de 7 horas máximo. Que puede realizarse entre las 8 de la noche y las 6 de la mañana.
- Y una jornada mixta de 7 horas y media como máximo. Este tipo de horario combina el diurno y el nocturno y hay que destacar que será calificada como mixta, siempre que el horario de trabajo en la noche no supere las 3 horas y media.
¿Y por qué es tan importante establecer los límites de la jornada de trabajo?
Lo primero que hay que decir, es que al tener claras las reglas de trabajo, como es el caso de saber cuánto dura su jornada laboral, cuánto tienen para el descanso, para alimentación y cuántos días libres por semana, o si tienen turnos rotativos, los colaboradores pueden organizar mejor su tiempo.
El departamento de Recursos Humanos sabe lo importante que es considerar las necesidades del trabajador para poder mantenerlo motivado, así que es muy importante cerciorarse que estén enterados sobre su jornada laboral y los detalles relacionados.
Otro aspecto, que no es menor, tiene que ver con entender que la persona humana es lo primero y el horario límite está diseñado para su protección.
Cuando una persona lleva horas trabajando obviamente se cansa, y sus reflejos ya no son los mismos, eso lo hace vulnerable a accidentes laborales y en situaciones donde el trabajo es muy peligroso, lo puede conducir a la muerte. Por esta razón la LFT establece incluso un máximo de horas extras diarias y por semana. Señala que no se pueden hacer más de 3 horas extras diarias, ni más de 3 veces por semana.
El peligro del agotamiento no solo es malo para un trabajador, también lo puede ser para la empresa. Fíjate en este ejemplo: En un casino, el croupier; es decir, quien lleva el control en una mesa de juego, está bajo una enorme presión. Su estrés es muy alto y si trabaja más de lo debido no tendrá la habilidad para hacer bien su tarea, haciendo que el casino pierda mucho dinero.
Es por eso que solo están en la mesa por un periodo de tiempo muy corto para luego ser relevados. Y adivinen qué, cuando los relevan, van a un salón muy confortable, con tele, bebidas refrescantes, snacks, en un ambiente relajado, para poder reponer fuerzas, desestresarse e ir de nuevo a cumplir con su función.
Este nos pareció un muy buen ejemplo para que notes que trabajar más no significa más productividad, ni para la empresa, ni para el trabajador.
El agotamiento físico y mental ocasionado por largas jornadas de trabajo es culpable de un porcentaje muy alto en los errores de cálculo. Los softwares, pueden ser de mucha ayuda en esos casos, porque son altamente eficientes, no sufren de estrés y tampoco se cansan.
Beneficios de una jornada laboral justa.
A modo de comentario, sabemos que las horas extras suelen ser muy apreciadas por los supervisores y jefes, porque perciben que hay mayor compromiso. El trabajador lo sabe y las hace a veces solo para mostrar que en verdad está alineado con la empresa y además ganará un dinero extra que siempre cae bien. Pero si está agotado, ¿podrá hacer un buen trabajo? ¿Valdrá la pena para la empresa? ¿Llegará al trabajo al día siguiente bien descansado para ser productivo?
El supervisor deberá estar bien entrenado para tomar la decisión de si vale la pena o no que el empleado se quede para hacer horas extras. Y cuando haga la evaluación de desempeño del trabajador debe ser objetivo en ese sentido.
Como puedes darte cuenta, los límites de los horarios de trabajo se basan en la protección y mejora en la vida del ser humano. Eso significa que el trabajador pueda quedar en condiciones de tener una vida saludable después de su retiro. Ni la empresa, ni el estado y mucho menos el trabajador y su familia, desean llegar a un retiro cargado con enfermedades que le dejen postrado en una cama.
No obstante, al final esos límites en las jornadas laborales terminan beneficiando a las empresas también, porque al invertir tanto en el talento humano y poder tenerlo por más años produciendo, la empresa hace que la inversión haya valido la pena.
Los accidentes laborales, la muerte y la alta rotación de personal, no les convienen a los empresarios porque en todos los sentidos se gasta más.
Finalmente se puede concluir que la jornada laboral de ley protege al colaborador, mejora la productividad de las empresas y hace a la sociedad más saludable, con trabajadores activos y retirados sanos, formando parte de la dinámica económica y social. Así que no solo es un asunto de cumplir con la ley, porque todos los involucrados tienen mucho que ganar.
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